CONGRESO NACIONAL DE AGENCIAS DE VIAJES. SEVILLA 2000

ACTO INAUGURAL
INTERVENCION DEL PRESIDENTE DE FEAAV
D. JESÚS MARTÍNEZ MILLÁN

Excelentísimos Sres.,

Queridos congresistas e invitados,

Cuando hace más de un año, algunos de nosotros tuvimos la idea de reunir en el año 2000 en un Congreso conjunto, a todas las Asociaciones de Agencias de Viajes de España, incorporando incluso a las agencias no asociadas, de manera que todos los profesionales del sector tuvieran la oportunidad de reunirse y trabajar juntos en favor de un bien común, no valorábamos quizá exactamente, ni las dificultades que ello iba a entrañar, ni los efectos tan positivos, que hoy podemos apreciar.

Permítanme que comience con unas palabras de felicitación a todo el sector, por haber sido capaz de llevar a buen término el propósito inicial de este Congreso.

Ese propósito, esa idea, nace en un momento difícil desde el punto de vista asociativo, porque existía una clara autocomplacencia en el funcionamiento y, por supuesto, en la soberanía y libertad de acción de cada una de las Asociaciones.

Por ello mismo, hoy podemos desvelar que, al comenzar a llevar a la practica esta idea, nos encontramos con múltiples recelos, desconfianzas y temores.

Y podemos decirlo hoy, precisamente por que es un día en el que también podemos proclamar públicamente la satisfacción de encontrarnos todos juntos y, lo que es mucho más difícil, unidos.

Unión lograda para estudiar entre todos nuestro futuro profesional y seleccionar las mejores formulas para encauzar ese futuro con las mayores probabilidades de éxito.

No me resisto a afirmar que esta unión de todo un conjunto empresarial, trasmitida a través de este Congreso, puede y debe enorgullecer al sector privado, como ejemplo creativo que sería bueno resultase extendido a otros ámbitos profesionales y económicos.

Pero naturalmente no vamos a quedarnos solo con el orgullo de haber logrado el objetivo básico inicial de que todo el sector estuviera representado aquí.

Ahora debemos pasar a la fase de creación, desarrollo y formulación de los proyectos y sistemas que deben encauzar, como decía antes, nuestro éxito profesional.

El Secretario del Consejo Sectorial, Félix Arévalo, ha resumido ya perfectamente los objetivos de nuestro programa de trabajo y, por tanto resulta innecesario, que yo vuelva a extenderme sobre ellos.

Pero déjenme decirles, eso sí, que el sector de las agencias de viajes tiene, no solo la impresión, sino incluso la seguridad, de que no siempre ha sido suficientemente valorado por la sociedad.

Y éste es un buen momento para recordarlo y para ponerlo de relieve, aunque sea solo en grandes líneas, para no adelantarme en exceso a la ponencia de Elena Pisonero que, con mayor autoridad y sobre todo con mayor imparcialidad, lo expondrá en el tiempo dedicado específicamente a este objetivo.

Pero creo que no sería inoportuno que yo mencionase ahora tres cuestiones básicas:

  1. En el plano económico, recordar que las Agencias facturaron el año pasado cerca de dos billones y medio de pesetas; que quizá se conviertan en casi tres billones este año.
  2. El fuerte impulso que las Agencias han significado para el desarrollo de toda la industria turística. Con creatividad y con capacidad técnico profesional, las Agencias han aumentado el deseo de viajar y han incrementado el potencial de viajeros, favoreciendo así a toda la industria turística.
  3. También quisiera dedicar una pincelada al valor cultural. Si los viajes son cultura, me parece que sería legitimo decir que, el esfuerzo de las agencias, poniendo los viajes al alcance de muchas economías personales que, hace pocos años hubiera sido impensable que pudieran viajar, ha contribuido también decisivamente al desarrollo de ese valor cultural.

Ahora, nos encontramos en un momento histórico muy importante para el sector. El nacimiento de las nuevas tecnologías ha inquietado a algunos, ha preocupado a otros, y ha inducido a algunos proveedores de productos turístico a pretender utilizar esas tecnologías para eludir a las agencias de viajes o, al menos, para reducir significativamente sus merecidas retribuciones.

Pues yo quiero decirles,

No vamos a negar que habrá determinados viajes, que no necesitarán ni asesoramiento ni ayuda, pero nuestro trabajo consistirá en hacernos imprescindibles, por nuestra autentica función profesional en todos los viajes de cierta relevancia y, al mismo tiempo, aumentar el numero de potenciales viajeros con nuestra creatividad y con nuestro saber hacer.

En cuanto a aquellos proveedores de servicios turísticos, que piensan que pueden prescindir de las Agencias de Viajes, yo les pediría que reflexionen bien. Quizá comentan un error de planificación estratégica, que pagarán los resultados de sus empresas.

La misma consideración cabe hacer a aquellos proveedores, que no proyectan prescindir de las Agencias, pero sí reducirles en forma inaceptable sus comisiones.

Estos proveedores y nosotros, Agentes de Viajes, podemos estudiar juntos sistemas de retribución adaptados a los nuevos procedimientos de comercialización, pero siempre de forma que no perjudicando al consumidor y, resultando interesante para los proveedores, sean también claramente rentables para las agencias. En caso contrario, alguien se estaría equivocando y quizá ese alguien sufriría las consecuencias.

Ruego a todos los que me escucháis, Agentes o Proveedores, que no toméis estas palabras mías con otra finalidad, que la que exclusivamente tienen: Una sincera invitación a una reflexión conjunta entre ambas partes, en la seguridad de que esa reflexión, basada sobre racionalidad y buena fe, producirá resultados positivos y fructíferos para todos.

Para desvelar todas las incógnitas posibles sobre nuestro futuro, para encauzar nuestro éxito profesional, para decidir el caminar juntos y para que la sociedad nos valore adecuadamente, tenemos una magnifica oportunidad con este Congreso. Así lo esperamos, agradeciendo en mi nombre y en el de mis colegas, que me han transferido el honor de dirigir estas palabras, su esfuerzo y entrega, a:

Pero el desarrollo más detallado de ese agradecimiento, se lo dejaremos a mi colega y gran amigo de todos, Juan Careaga que, sin duda, lo realizará con brillantez en el acto de Clausura.

Por mi parte, muchas Gracias a todos, y en especial a los que habéis tenido la deferencia de escucharme.

Sevilla, 17 de noviembre de 2000